Fue cosa de segundos. Mirábamos como todos los días y aparecieron esas imágenes, desgarradoras, tristes, increíbles para los que la conocimos.

…Y es en estas circunstancias cuando mi cuerpo se suspende en un sin fin de ideas y piensa… ¡Qué irónica es la vida a veces!, ¿Por qué justamente debe sucederle esto a una persona cercana a Cristo, buena, seria, humana…?

¿Será que la tierra conspira o simplemente era su destino; uno, que debía pasar?

… Mmmmm … Me sumerjo en profundas dudas sobre lo que sucede, y no sólo porque hoy me toco “de cerca”, no, no; es algo que me cuestiono a diario y siempre llego a la misma respuesta… “Es esa mano pavorosa que con destreza sacude al mundo y lo pone de cabeza”, porque claro, no seria mundo si no estuviese dividido en luz y tinieblas…

No recuerdo tu rostro con claridad, pero sí los múltiples juegos y bailes que nos enseñabas con esmero… cálida, pero seria… siempre, tan seria…

Buen viaje María Isabel.