Hace mucho tiempo no te conectabas así con la tierra, y sentiste miedo y pudor de ser absorbida por voces que te hacían imaginar una extasiada locura.

No pasaron muchas semanas para darte cuenta, que indudablemente tus palabras se tornaban incrédulas e inhumanas, tanto así que ni tú misma podías llegar a comprender.

Piensas a diario en como remediar lo que ya “has perdido”, te sabe mal sentir que no fuiste entendida, o mejor dicho que comienzas a ser algo ignorada.

Es parte de su crecimiento, lo sabías, también sabes… que cuando ya has dicho todo algunos no te volverán a buscar porque simplemente ya no les pareces interesante. Es la ruleta que te toco oscilar, la oferta y demanda que debes aguantar… sólo por haber heredado esa pieza fundamental para algunos y efímera para otros.

Estás pasando nuevamente por el período de pérdida, donde sientes que no hay escape, que si vuelve ya no será como antes, y este ahora será más frío que un pasado que se torna próximo, pero ausente.

Debes avanzar… como siempre… Ya debías haberte advertido que no estaba tan preparada para oírte, pero es que no es su culpa, quizá un poco la tuya, o sinceramente son las circunstancias de la vida que te ponen a diestra y siniestra.

Queda mucho por aprender, insistir es agrandar, agrandar es alejar, alejar es alejar aún más.

Sigue tu camino, que ya has hecho mucho por los demás, te cuesta, no me cabe duda, pero es la hora de comenzar a gobernar tu historia, o de abandonar esa estrella y entablar la lucha por iluminarte sola.

No eres dueña de nada, lo cual te agobia y molesta, te daña… pero perteneces a todos, y quizá esa sea la obra. ¿Injusta?, quién sabe… goza cuanto puedas, que la llama se apaga y en el valle te has de encontrar con tu manada, esa que partió antes sin dejar huella, o quizá sí… esto parece una balada.

Anímate, ponte cómoda, las luces se apagan, sin embargo la función continúa…
Si te valora alégrate, sino, permite que camine sola…